viernes, 28 de septiembre de 2007

Mientras me echaba la siesta


Si así es la cosa, mi cerebro no descansa ni mientras duerme, y se pone a divagar y a inventar historias absurdas, que bien podían servir para elaborar el guión de una película o más bien de un corto.
Esto es lo que he soñado esta tarde, era un sueño raro pero guay.
Estaba con la gente de la Milagrosa(mi colegio de la infancia), con mis amigas y las que no eran tan amigas, que sabe Dios cuanto tiempo hace que no las veo. Estábamos en una especie de fiesta, pero aquello más que una fiesta parecía un laberinto, lleno de gente, de pasillos estrechos y largos y de multitud de escaleras, que no se sabe muy bien hacia a donde conducían.
Estaba dando vueltas con la gente esta, yo tenía una bolsa con ropa en la mano, algo que había comprado en un especie de tienda, una señora me piso los pies, al principio no lo di importancia, pero durante mis paseos por ese micromundo descubrí que la señora en cuestión me estaba siguiendo.
En un momento me quede sola, no se porque desparecieron mis amigas, iban despareciendo progresivamente, primero unas y luego al final desapareció la última de ellas.
Por tanto estaba yo sola y tenia a la señora esta pisándome los talones, seguí avanzando buscando a la gente, me detuve y se choco conmigo, le dije que por que me seguía, me dijo que no me estaba siguiendo, continué, me seguía, era una larga escalera que no sabia muy bien donde iba, me pare para dejar que me adelantara, me adelanto, me quede parada un rato para ver lo que hacia la señora, pero mi curiosidad pudo conmigo, así que la seguí.
Continué avanzando por la escalera, hasta que llegue a una sala que parecía un laboratorio, la señora me estuvo comentando que habían descubierto una importante hormona en mi ojo, me estuvo explicando un poco los diferentes elementos que se podían encontrar en la vista humana, y me señalo claramente porque el mio era especial, el elemento es cuestión estaba marcado con el icono de un gato, y no recuerdo realmente para que me dijo que valía, pero me dijo que podía ser importante para realizar donaciones y hacer experimentos.
Me pregunto que si me podía sacar una muestra, asentí, y me pincho con una aguja en la sien, sentí un leve dolor, y seguí vagando por el laberinto de pasillos y escaleras, hasta que me empezó a doler y volví a donde la señora, realmente no se muy bien como, solo se que la señora apareció a mi lado, y me tapo el ojo izquierdo con una venda.
Ese fue el momento en el que me despertó mi madre porque me llamaban al teléfono, que gente más desconsiderada que me despierta a las 17:30.

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