Recuerdo cuando era pequeña y los chicos eran una especie a parte, en los recreos ellos jugaban a cosas de chicos y nosotras jugábamos a la comba, nos peinábamos las unas a las otras, criticábamos al resto, cotilleábamos, en fin cosas de chicas. Y solo nos mezclábamos de vez en cuando, en algunos recreos y en las excursiones, para compartir aquellos juegos típicos en los que empezabas a descubrir que el otro sexo existía, como en el conejo de la buena suerte.
No se cuando, ni como, ni porque ocurrió ese gran cambio en mi vida, cuando la mayor parte de mis amigos comenzaron a ser del genero masculino, ese momento en el que empecé a conectar mucho mejor que el sexo opuesto y mi mundo se torno mas interesante, nuevas experiencia, nuevas opiniones. Tal vez sea porque escogí una carrera para hombres, o porque estos son menos maliciosos que las mujeres y mas sencillos. No lo se, solo se que me gusta más así.